Como emprender un negocio

De ideas a hechos: desafía tu idea de negocio. Estás en el coche de camino a casa, preguntándote si vale la pena terminar la jornada laboral para poder empezar de nuevo mañana, y no te puedes sacar de la cabeza esa idea de un nuevo negocio. Así es como puedes empezar tu negocio:

1. Escríbelo

Y cuando decimos “escribir”, nos referimos a hacerlo con papel y lápiz (o bolígrafo). Desconecta de la tecnología por un momento y haz una buena lluvia de ideas como las de antes. Elige tus colores, asígnales un código y da rienda suelta a tu creatividad. Cuando escribes ideas en una hoja de papel con formatos y formas distintas, se abren nuevas perspectivas y puede que descubras rutas diferentes para empezar con tu búsqueda.

2. ¿Tiempo o búsqueda? ¿Qué va primero?

Ambos son necesarios, y es difícil determinar cuál debemos evaluar primero. Si evalúas tu tiempo, sabrás cuánto esfuerzo puedes invertir realmente para empezar a ejecutar tu idea. Tu búsqueda tenderá a seguir un plan y te permitirá ver tu trabajo con más claridad. Puede ser difícil ir poco a poco sin subirse por las paredes de la emoción, así que atenerse a un plan te asegurará que no te olvides de nada importante.

3. Comparte tus ideas con otros

Compartir tus ideas puede dar lugar a conversaciones distintas y puedes descubrir qué piensan los demás. Llegados a este punto, tendrás un buen conocimiento de tu producto o servicio y los distintos enfoques de tu idea. En lugar de tomarte las opiniones negativas como algo personal, úsalas como algo constructivo. A estas alturas ya sabrás en quién debes confiar.

4. Desmenuza

Desmenuza tu idea hasta ver los conceptos más básicos. Una vez que hayas recibido las opiniones de los demás (y algunos consejos preventivos sobre finanzas de tus padres o, mejor aún, de un asesor financiero), empezarás a ver lo factible que es tu idea. Desmenuzar puede ser liberador, casi tanto como iniciar tu propio negocio.

5. El equilibrio de ser estricto contigo mismo

Cuando te conviertes en tu propio jefe, es muy difícil identificar cuándo tienes que ser estricto contigo mismo y cuándo deberías aflojar las riendas, especialmente si aún estás trabajando duro en tu otro trabajo. Las buenas cosas requieren su tiempo, así que es importante que, de vez en cuando, tires la toalla y la vuelvas a recoger desde otra perspectiva. Esfuérzate mucho y cree en ti. Te sorprenderá lo lejos que puedes llegar.

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