A continuación, tenemos la colaboración de un invitado, Alezander Koene de BR-ND, quien es miembro de Spaces .
Todos en algún momento nos hemos preguntado sobre el propósito de la vida. ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué papel debo jugar? ¿Por qué debo sufrir? ¿Cómo puedo hacer que mi vida sea más feliz? Seguramente todos alguna vez nos hemos visto inmersos en estas dudas existenciales, si bien parecen no tener respuestas fáciles. La búsqueda de un propósito y de la felicidad en nuestras pequeñas vidas es algo intrínseco a nuestra condición humana. ¿No merecemos todos tener una vida significativa? ¿No merecemos todos ser felices en nuestros trabajos?
Cuando era más joven, pensaba que podría darle sentido a mi vida a través de la búsqueda de riqueza material, un estilo de vida jet set, una carrera exitosa. Y eso fue lo que me motivó para trabajar arduamente, obtener un posgrado en administración de empresas y abrirme paso en la escalera del éxito corporativo. Y el resultado fue una cuenta de banco, una casa, un coche y una familia, cada vez más grandes. Visto en retrospectiva, no sorprende que todo este bienestar material no me haya llevado a una vida más feliz. Al final, mi vida se sentía superficial y vacía. Y lo que es peor, en ese camino perdí también el amor por la vida.
La verdadera felicidad significa diferentes cosas para distintas personas. No hay una sola definición que las abarque todas. Algunos piensan que la felicidad se encuentra en el disfrute hedonista. Otros piensan que radica en lo espiritual, en la búsqueda de una conexión profunda, en el amor. Al final, yo pienso que la búsqueda de la felicidad es el motor que impulsa todas nuestras actividades.
Sí. Mi vida es un cliché. Al llegar a la mitad de mi vida sufrí una crisis existencial, me interesé en la psicología, la sociología y la filosofía. Puse toda mi atención a cuestiones como por qué hacemos todas esas locuras que todos hacemos y cuál es el significado verdadero del amor. Frenéticamente estudié todas las investigaciones científicas recientes publicadas en el campo de la motivación humana, y sus emociones. Este conocimiento enriqueció mi comprensión y sirvió para cambiar mis aspiraciones personales. Mi motivación ha dejado de ser buscar siempre lo más grande, el siempre ir por más.
Empecé entonces a apreciar el valor de una verdadera conexión mental con gente que comparte mis intereses. Con el cambio de siglo decidí abandonar el camino ascendente dentro de la corporación, para darle forma a mi propia empresa de consultoría de marcas en la década siguiente. Desde el principio me resistí a trabajar con gente que no fueran amigos cercanos. Además, me di cuenta de que la creatividad fluye cuando uno se encuentra en un entorno bello. Y que la gente sólo puede crecer cuando está en la mejor forma tanto mental como físicamente. Descubrí que el dinero es la motivación equivocada. Nos lleva a tomar las decisiones equivocadas, como todos hemos podido apreciar en años recientes.
Mi viaje personal hacia una vida llena de inspiración y sentido me ha brindado la clave de algunos comportamientos “felices”. En BR-ND tratamos de vivir bajo estas reglas todos los días. Estoy convencido de que estos comportamientos son universales. Cada persona, equipo y organización pueden beneficiarse si los adoptan. Siempre me sorprende, al empezar a trabajar con un nuevo cliente, descubrir que estos principios básicos no se implementan. ¿Cómo pueden los equipos ser exitosos si no fomentan comportamientos que promuevan la felicidad? ¿Cómo pueden las marcas ser atractivas si no hacen uso de una energía encaminada a la felicidad?
Resumiendo, estas son mis reglas para la “felicidad”:
- Descubre tu propósito a nivel personal y como equipo. Hazlo de manera conjunta y date cuenta de que es parte de un proceso. No permitas que te encasillen dentro de una misión corporativa en la que no crees y en la que no participas. Estamos hablando de emociones humanas. ¿Por qué existes y por qué esto es importante? ¿Por qué estás luchando y en qué valores crees? ¿Qué tipo de impacto quieres tener en el mundo que te rodea?
- Elige rodearte de gente que sea o pueda llegar a ser verdaderos amigos. Los equipos nunca van a triunfar si no hay una conexión emocional, intereses comunes y mutua comprensión. Enfócate en sus talentos, no en las tareas o sus niveles de competencia. Esto se trata de crear conexiones emocionales, empatía y crecimiento personal.
- Promueve una cultura donde haya suficiente espacio para soñar, investigar, crear, destruir y reconstruir. Sin objetivos preestablecidos. Libera a tu niño interior. ¡Y sal a jugar!
- Coman juntos y asegúrense de saborear lo que comen. Los alimentos calientes son aún mejores. Busca variedad en tu nutrición. No elijas comida prefabricada, haz el esfuerzo de preparar y disfrutar juntos de los alimentos.
- Pónganse en forma juntos. Promueve el hábito de participar de forma conjunta en deportes. El ejercicio diario nos da una inyección de felicidad y, si lo hacen juntos, formarán lazos muy fuertes dentro del equipo. Decídete, comprométete y actúa. Los deportes son divertidos y un detonante instantáneo de la felicidad.
- Asegúrate de que el lugar donde trabajes sea hermoso. Pinta las paredes en colores agradables y coloca flores frescas. ¿Qué tal un poco de música y aroma? Crea un ambiente estético.