Verde que te quiero verde

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Adoptar una vida más sostenible se está convirtiendo cada vez más en una necesidad en vez de lujo, aunque anteriormente no era lo más lujoso del todo. Tener un espíritu verde tenía ciertas desventajas, significaba sacrificar muchas cosas que nos facilitaban la vida. Afortunadamente, esos días son cosa del pasado. Se acabaron los trajes de cáñamo y tener que pasar hambre mientras a alguien se le ocurre preparar tentempiés vegetarianos en las fiestas de cumpleaños, ha llegado el futuro.

Hora de alzar la voz

En un momento en el que los recursos de nuestro planeta son cada vez más escasos, resulta paradójico que tiremos a la basura 1300 millones de toneladas de comida al día. En total, significa que un tercio de la producción total de alimentos se desecha simplemente porque no cumple con los estándares del mercado o porque hemos comprado demasiado. Y ya no se trata únicamente del dinero, también estamos malgastando nuestras vidas. Únicamente la industria del cuero es responsable de la muerte de 1000 millones de animales al año. A ello hay que añadir un número muchísimo más grande derivado del mercado de la carne. Y lo peor de todo es que una gran parte de toda esa carne también se tira o desperdicia. Por todo esto, hay algunas empresas que están adoptando una conducta más responsable y están implementando algunas soluciones para estos problemas.

Bueno, feíto y barato

Una de las empresas que está aumentando las alternativas ecológicas de nuestros modelos de consumo actuales es la cadena de supermercados holandesa Albert Heijn. Una de sus iniciativas es la campaña buitenbeentjes o ‘Bueno, feíto y barato’. El supermercado decidió que el desperdicio de frutas y verduras que no eran perfectos estéticamente había llegado demasiado lejos, así que empezaron a venderlos en grandes cantidades a un precio muy reducido. Además, la mercancía que no consigue venderse se convierte en biocombustible. Esperemos que otros supermercados sigan el mismo ejemplo.

Super sopa

No solo los supermercados están intentando evitar el malgasto de verduras con formas raras, existe una iniciativa que se llama Kromkommer (‘kromme komkommer‘ o ‘pepino partido’) tiene la misma finalidad. Gracias a su colaboración con los agricultores, consiguieron diseñar un plan para convertir las verduras remanentes en sopas. Empezaron a pequeña escala en Rotterdam y gracias al apoyo de una fiel ‘comunidad pepinera‘, esta sopa se vende en muchas tiendas artesanales repartidas por toda la geografía de los Países Bajos. ¿Y por qué detenerse ahí? El plan consiste en conseguir que sus productos lleguen a las cadenas de los supermercados más grandes. Pero teniendo en cuenta su ambición actual, que lo consigan es solo cuestión de tiempo.

Tacones afrutados

Otra forma de aumentar las alternativas sostenibles es la que ha desarrollado la empresa FruitLeather con base en Rotterdam. Su trabajo consiste en crear cuero a partir de, está claro, fruta. ¿Para qué tirar las piñas pochas, fresas blandas o plátanos negros si se pueden convertir en cuero? Pues exactamente fue eso lo que pensó la gente de FruitLeather. Mediante el uso de la fruta importada desechada en los Países Bajos, dieron con un plan para salvar el planeta. El proceso consiste en eliminar las semillas de la fruta, molerlas, hervirlas y luego secarlas para convertirlas en un material duradero que se puede utilizar para fabricar zapatos, bolsas y muebles. En cuanto al concepto, las posibilidades de adaptación son infinitas. El que quiera puede enterarse sobre sus planes en las Rotterdam Talks Tech: comida en el centro Spaces de Hofplein el próximo 23 de marzo.

No a la carne

Con el fin de reducir la producción de carnes, cada vez más personas están descubriendo el mundo de los vegetarianos. Es muy fácil de conseguirlo, simplemente hay que añadir un día de alimentación únicamente vegetariana una vez a la semana. Y para los amantes de la carne, De Vegetarische Slager o ‘La carnicería vegetariana’ cuenta con exquisitas alternativas de sabor a carne, pero sin su impacto medioambiental. Gracias a las excelentes críticas que ha recibido y a los comentarios de los periódicos, que se han atrevido incluso a denominar a De Vegetarische Slager como ‘el fin de la carne’, esta tienda hará que todo el mundo se replantee su posición como carnívoro. Una charla de existencia obligatoria en el eventos de las Rotterdam Talks Tech.

Paso a paso

Antiguamente, ser ecológico significaba llevar un tipo de vida un poco más difícil de lo necesario, limitada o incluso primitiva en algunas ocasiones. Sin embargo, esos días han quedado atrás. Teniendo en cuenta que el número de empresas verdes está creciendo de forma exponencial, el número de alternativas ecológicas lo está haciendo al mismo ritmo. Estas tendencias demuestran que hacer que este mundo sea mejor es algo que cualquier persona puede hacer y que, independientemente del tamaño del esfuerzo, todas las iniciativas cuentan.

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